Mi Querido Monstruo

Mi Querido Monstruo


El propósito que he pretendido con este vídeo es plasmar la pasión por la música en general, de una persona en particular. En esta ocasión, lo he personalizado con el grupo Eels, porque era la banda con la que contaba con más material para poder realizar el vídeo que quería, o al menos lo más parecido a lo que perseguía. Pero se puede aplicar a cualquier artista.





Quizás, para alguien que no participe de esta pasión por la música, lo vea raro. La verdad es que muchas veces, yo mismo, me he sentido así, como un bicho raro. Hay gente que me pregunta: ’¿qué música te gusta?’ y yo les respondo: ‘Me gustan Eels, Radiohead, Pixies, Ramones, Savages, FIDLARThe Hives, Los Planetas, León Benavente, Vetusta MorlaThe Jam, Björk, Morrissey y cosas por el estilo’ y muchas de las veces me contestan: ‘Ah!. Sí, esa música rara’. El título, viene por esto. Será mi monstruo interior, pero es mi querido monstruo y he querido reflejar un poco eso.

Espero que os guste.

No Sex, No Drugs



Pero sí Rock and Roll. Sexo. Escenas de sexo. Cientos, miles de horas de escenas de sexo. Y drogas, qué bien lo pasamos poniéndonos hasta la azotea de drogas. Esto es el paraíso. You shook me all night long. Y nos hemos metido cuatro millones de rayas. La tierra prometida en primerísima persona.  
Oh, yeah, es el rock and roll, baby. Todo esto es lo que nos venden en sus canciones. Un Hollywood, un Disneyland para adultos. Y ahora tal vez sea el momento de hacerse la gran pregunta: ¿por qué todas esas canciones que tratan sobre sexo y drogas nos atraen tanto? Son cantos de sirena para todos nosotros, Ulises desatados.  
Otra pregunta: ¿por qué esas letras no nos hablan de disfunciones eréctiles, de gatillazos de campeonato? ¿ni siquiera de viajes chungos o de adicciones peligrosas? Sin embargo sí que relatan fracasos emocionales, oh, pobrecitos, cuánto desengaño. Aunque es cierto que así hay quien nos ha hecho creer en su honestidad, nos ha convencido con sus lamentos (1).   

Aunque, en algún momento sí que se han documentado fracasos y carencias de tipo sexual, pero siempre desde la burla (¿alguien recuerda El Burdo Rumorde La Mandrágora?) o la tercera persona. No, ricura, eso no va conmigo.




Es como si el rock vendiera su propia imagen, merchandising promocional explícito. Y funciona, vaya si funciona. De esta forma, desde jovencitos todos (o muchos de nosotros) hemos querido ser estrellas y llevar ese rok’n’roll way of life. Especialmente dicen eso de los que ejercen la crítica musical o seleccionan y pinchan música creada por otros. Live fast die young. Demasiado tarde. Tal vez ya no todos queramos formar parte del espectáculo. Tal vez sí.



Confesemos. Es absolutamente tentador pertenecer a ese selecto club de elegidos que disfrutan de la gloria y de la fama. No sólo por la pasta (que vale, que sí) y las groupies (que también) y toda esa parafernalia tan envidiable, sino porque proyectan esa imagen de hacer siempre lo que les viene en gana. Y eso, amigos, es algo que todos (sin excepción) aceptaríamos sin dudar. 
Supongo que siempre queda mejor cantar “hey, nena, pongámonos una raya y vamos a la cama, dicen que soy una máquina” que “ayer iba tan puesto que ni se me levantaba”. Y sí, es cierto, la segunda opción vende menos. Sin embargo de vez en cuando nos encontramos con alguna letra que, por lo menos, cuestiona ciertas actitudes (y jactancias) del negocio.
Y esto es una manera de acercarnos, de sentir de una forma más humana a todos los que disfrutan de ese status de profesionales del mundo de la música. Quizá las grandes estrellas sean seres inaccesibles (cualquier lector de este artículo que consiga realizar una entrevista a Bob Dylan queda automáticamente invitado a una cerveza), pero hay  muchos otros que se curran la carretera y que han elegido cerrar un montón de puertas para vivir esa vida de estudio y furgoneta. Todos ellos tendrán familia, preocupaciones laborales, algunas bocas que alimentar, dificultades sobre la decisión de seguir o no en este mundillo, etc.


Y a todos esos artistas les ofrezco mi reconocimiento y simpatía. A los que se lo curran y aportan talento y esfuerzo. A quienes consiguen vivir de la música y a quienes sacan días libres de sus ocupaciones cotidianas (trabajo, familia, estudios, amigos) para girar. A los que  graban sin saber siquiera si conseguirán editar su trabajo.
A todos los que logran que sigamos teniendo una oferta musical estupenda. Que vibremos en sus conciertos. Que no decaiga esto que llamamos rock and roll (o rock a secas, o pop, o soul, o punk, o…). A todos ellos, les doy las gracias.


Y sin embargo, esas letras que decía al principio del artículo, seguirán para siempre sonando inalcanzables para tantos jovenzuelos que las escucharán una y otra vez mientras rasgan su guitarra y sueñan con ser ellos quienes, en algún momento, lleguen a ser ídolos de masas, a vivir el peligro. Pero si alguna vez ese riesgo les estallara en la misma cara, es muy probable que no sean ellos quienes canten sobre ese asunto.
Vuelta a empezar.            
(1) Este señor que se hace llamar Eels tiene un nombre real que es Mark Oliver Everett y un pedazo de libro que os recomiendo con fervor, tomen nota: Cosas que los nietos deberían saber. Tremendo. De verdad, leedlo.
(2) La imagen que abre este artículo corresponde a la portada del discazoGentlemen, de los estupendos (e infravalorados) The Afghan Whigs.

Tejesymanejes estarán pinchando el 1 de mayo en Tempo Club (Calle del Duque de Osuna, 8. Madrid) y el 17 de mayo en FotomatonBar (Plaza Conde de Toreno, 2. Madrid)



Emociones Remasterizadas




(O GUÍA PARA IR A CONCIERTOS DE TUS GRUPOS MÍTICOS Y NO SALIR RECORDANDO EL FLEQUILLO QUE AÚN LUCÍAS EN LOS 90)
     Os diré: estuve en el concierto de Lagartija Nick y me lo pasé pipa. Así fue. Y como yo, la gran mayoría de los que llenábamos la madrileña sala El Sol meneaba la cabeza y/o tarareaba (entendiendo o no el significado de sus letras) las canciones de Hipnosis, 20 años después de que fuera publicado.
     Todos parecíamos disfrutar, estar pasándolo en grande con su directo, y eso, creedme, es complicado de conseguir cuando tu  audiencia tiene una media de edad que ronda peligrosamente los 40. Pero esto no pretende ser la crónica de ese concierto. 



     Lagartija Nick es uno de esos grandes grupos que, incombustiblemente, siempre ha estado ahí. Otros, sin embargo, se separaron hace años y han vuelto a reunirse (fugazmente o con ánimo de continuismo) para regocijo de muchos de nosotros y, en algunos casos, también de sus bolsillos. Hablo de bandas como Surfin’ Bichos (1), Los Enemigos, Brighton 64 o El InquilinoComunista, por citar algunos ilustres ejemplos nacionales. Pero la nómina es mucho más extensa si pisamos territorio anglosajón, desde el gran karaoke de Pixies a otros viejos amigos que han vuelto para quedarse, como  Dinosaur Jr. o Blur (aquí no enumeraré la cantidad de bandas que me vienen a la mente, si alguien quiere un catálogo más o menos actualizado basta con ver el cartel de los últimos años de nuestro querido Primavera Sound para hacerse una idea).



     Pero, ojo, no penséis que era una crítica ese comentario acerca del bolsillo de los artistas que reinterpretan su obra tantos años después. Negociar con la nostalgia no es necesariamente algo negativo. Llamadme ingenuo, pero soy de los que creo que si el artista es sincero en lo que transmite, si la exposición de su arte es (con perdón) auténtica, el público lo capta y se muestra igual de sincero. Para que nos entendamos, que si el grupo aún le echa ganas, nosotros le devolvemos nuestro aliento. Porque el público no es pasivo, ni vamos todos con las mismas expectativas a esta clase de bolos, ni siquiera las intenciones serán iguales para cada uno de los asistentes, la clave está en el lugar donde se encuentre nuestra mente, si aquí o allí.



     Lo que quiero decir es que, para mí, el secreto para disfrutarlos no se encuentra en rememorar aquella época tal como fue, en volver a vivirla, sino que se trata de evocar  ese espíritu y traerlo al momento actual, con nuestra manera de sentir y de actuar a día de hoy. Supongo que tiene que ver con conectar con ese momento en el que las pasiones estaban mucho menos domesticadas (porque, decidme ¿alguno de vosotros ha vuelto a sentir el mismo pellizco por un grupo, por algún tipo de música, que cuando erais unos  jovenzuelos acneicos? pues yo no). Asistir a un concierto de estos  es como volver a besar a tu novia de la adolescencia (permitidme el lenguaje masculino, pero es que ese día en El Sol más del 80% éramos tíos), ninguno de los dos sois ya la misma persona y, aunque se intentara, las sensaciones no serían las mismas (si alguien prueba, por favor, que nos comente públicamente el resultado).     




     Y yo, como ya os he dicho, me lo pasé pipa en el concierto de Lagartija Nick en el que sonaban en directo canciones de un disco que compré hace casi 20 años. Entonces ¿es que cualquier tiempo pasado fue mejor? Bueno, puede que sí, pero también es posible que no. Lo que ocurre, creo, es que contemplamos ese pasado a través del espejo deformante que es la memoria. Nos agarramos a los momentos buenos que hemos vivido, hay algo por  ahí dentro que suele quedarse con lo mejor que nos ha pasado e intenta desechar el resto. Pero no, aquí no vamos a analizar qué es ese algo: ni esto es un ensayo de psicología sobre la nostalgia ni yo sería la persona indicada para escribirlo.

     El caso es que los amantes de la música en muchos casos nos convertimos en coleccionistas: de discos, reediciones (2), remasterizaciones, caras B, contenidos extras; y en los conciertos lo que buscamos es coleccionar emociones. Sí, tal vez se puede decir que se trata de un nuevo prensaje de eso que se nos mueve por dentro. Lo que pido desde aquí es que, bien sea por nostalgia, por arte, por negocio o por disfrute, por favor, que se sigan celebrando conciertos como este por muchos años.
Que así sea.
(1)   Dejadme que os recomiende el documental Buzos Haciendo Surf, sobre la reunión y preparación para la gira de  Surfin’ Bichos.
(2)   Quien no tuviera Hipnosis, de Lagartija Nick, en sus estanterías, ya puede estar rezando dos avemarías como penitencia e ir corriendo a por su reciente reedición a la tienda más cercana.    

Iron & Wine anuncian nuevo disco



Sam Beam
     Hola amigos!.
     Ya hace más de una década que Sam Beam debutó bajo el nombre de Iron & Wine con "The Creek Drank The Cradle" (2002) y desde entonces no ha parado de deleitarnos con trabajos cada poco tiempo, ya sea en formato E.P. o en formato de larga duración, y viendo que no sacaba nada desde "Kiss Each Other Clean" (2011), no era difícil adivinar que en breve íbamos a tener nuevas canciones de Iron & Wine. Este quinto álbum de estudio que verá la luz el 16 de abril y llevará por nombre "Ghost On Ghost", ha contado con la colaboración de muchos y distintos músicos, entre los que destacamos a Tony Garnier (bajista de Bob Dylan), Marika Hughes, Maxim Moston y Doug Wieselman (de Anthony And The Johnsons) y Curtis Fowlkes (trombonista de Jazz Passengers), entre otros.

     El propio Sam Beam interpretó en la emisora KUTX de Austin un par de temas como adelanto de su nuevo material: "Caught In The Briars", del que tenemos aquí la grabación en directo de la propia emisora y "The Waves Of Galveston",  del que solo tenemos el audio, y podrás escucharlo pinchando aquí .


     Tenemos también otro adelanto. "Lovers' Revolution", que sorprende por hacernos viajar al Jazz de otra época, con secciones de viento y coros gospelianos. Una revolución para el señor Beam.



El tracklist de "Ghost On Ghost":



01 Caught In The Briars
02 The Desert Babbler
03 Joy
04 Low Light Buddy Of Mine
05 Graces For Saints And Ramblers
06 Grass Windows
07 Singers And The Endless Song
08 Sundown (Back In The Briars)
09 Winter Prayers
10 New Mexico's No Breeze
11 Lovers' Revolution
12 Baby Center Stage


¿Vuelven The Strokes?



The Strokes
     Parece que si, que a lo largo de este 2013, The Strokes lanzarán su nuevo trabajo. De momento desconocemos la fecha de lanzamiento, el nombre del disco y lo más importante, el contenido, su orientación y su estilo.

     Pero si su predecesor, Angles (2011), ya resultaba algo mediocre comparado con Is This It (2001), Room On Fire (2003) y First Impressions On Earth (2006), la canción que nos han "regalado", perteneciente a su nuevo trabajo, parece una mala copia de ellos mismos. O mejor dicho, una mala copia del "Take On Me" de A-Ha.
     Existe otro single titulado "All The Time", del que nadie sabe nada, pero del que afirman desde la emisora de Seattle 107.7 The End que está más cercano al sonido clásico de los neoyorquinos. Ya veremos que nos presentan estos jóvenes.

     Aquí dejo "One Way Trigger" y aviso que si esperáis escuchar algo parecido a los The Strokes que conocéis, debéis esperar al final de la canción, donde se quieren reconocer un poco. El resto, sobre todo ese inicio con el casiotone y el falsete de Julian Casablancas, desconcierta bastante. Ahí queda eso.




     Si os habéis quedado con el culo retorcido al escuchar el nuevo tema de The Strokes, os voy a dejar otra canción que seguro dejará un mejor sabor de boca. Que lo disfruten.




The Postal Service se reunen de nuevo



The Postal Service
     Notición!!!.
     Para todos los que escuchasteis y saboreasteis con placer el Give Up de The Postal Service y que después de 10 años aún seguís soñando con que sacarán nuevo disco. Ben Gibbard (Death Cab For Cutie) y Jimmy Tamborello (Dntel), que publicaron sendos trabajos en solitario el pasado año, anuncian que se vuelven a reunir. Eso si, no dicen nada de que traigan nuevo disco bajo el brazo. Lo único que aseguran es que el próximo 9 de abril se va a reeditar, para celebrar su décimo aniversario, el Give Up en edición de lujo, con 15 temas adicionales, entre los que habrá 2 nuevas canciones "Turn Around" y "A Tattered Line Of String", más unas cuantas sorpresas.
     Lo más interesante de la noticia radica en que esta unión pueda estar acompañada de una serie de conciertos. De momento, solamente tenemos confirmada su actuación en el Coachella, pero cruzaremos los dedos para que también pasen por el Primavera Sound. A ver si hay suerte!.

              Aquí os dejamos un par de canciones para que disfrutéis de The Postal Service.





Y el tracklist de la reedición del Give Up:

Disco Uno - Album Original

01 The District Sleeps Alone Tonight
02 Such Great Heights
03 Sleeping In
04 Nothing Better
05 Recycled Air
06 Clark Gable
07 We Will Become Silhouettes
08 This Place Is A Prison
09 Brand New Colony
10 Natural Anthem

Disco Dos - Canciones Nuevas, Rarezas, Caras-B, Remixes, Versiones, Etc...

01 Turn Around
02 A Tattered Line Of String
03 Be Still My Heart
04 There's Never Enough Time
05 Suddenly Everything Has Changed
06 Against All Odds (Take A Look At Me Now)
07 Grow Old With Me
08 Such Great Heights (John Tejada Remix)
09 The District Sleeps Alone Tonight (Dj Downfall Persistent Beat MIx)
10 Be Still My Heart (Nobody Remix)
11 We Will Become Silhouettes (Matthew Dear Remix)                                                                                   
12 Nothing Better (Styrofoam Remix)  
13 Recycled Air (Live On KEXP)
14 We Will Become Silhouettes (Performed By The Shins)                                                                                  
15 Such Great Heights (Performed By Iron And Wine)